22 octubre 2007
El sábado por la mañana decidí dar un paseo por el centro. Ustedes saben, por lo general mis caminatas no tienen sobresaltos, son tranquilas y se vuelven una película en cámara lenta que incluye percepciones de todo tipo.
Mientras me divertía observando el entorno, miles de millones de moles de partículas odoríferas, penetraron por mis narinas. Se quedaron pegadas a las mucosas irrigadas y húmedas.
La conexión fue directa al pasado. Aroma a albahaca, porotos granados, zapallo cremoso, porotos verdes, cebollín y cilantro. Mariscos frescos, chirimoyas y paltas. Mmmmmmmmmmmm! quise oler más y más. Una feria libre en Santiago, un sol velado en parte por el cielo gris, hombros cansados de llevar las bolsas con compras de frutas y verduras. Cara asoleda y hambre.
Así eran los sábados en Grecia y Pedro de Valdivia.
Un sacudón de cabeza y casi me atropellan por caminar por la calle, tumulto, personas que vienen y van, olor a fritura y esa fuente de las bolas con azulejitos. Neuquén, mi lugar en el mundo. La vuelta de obligado.
Cuanta memoria "sentimentaloide" en esta cabecita.
Por qué tanto recuerdo volcado en este blog?? y poco emocionante? porque me permite sentir que aún estoy viva y que este mundo todavía tiene muchas más coincidencias para mostrarme.
Un abrazo!
http://www.rionegro.com.ar/diario/2007/10/21/200710m21s01.php
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