Cuando me refiero a amor, pienso en todos sus tipos. Erich Fromm describe cuatro: el fraternal, maternal, erótico y el religioso. De a poco, este blog se va llenando de historias que intentan abarcar a todos.

viernes, 4 de octubre de 2013

De desencuentros y desamor

La charla se ponía cada vez más acalorada, eso me llamó la atención esa tarde en el colectivo en Capital. La pareja que discutía estaba unos asientos más adelante mío. Yo solo podía verles la nuca. Lo raro de la situación es que estaban sentados en asientos separados. El iba adelante y ella en uno detrás. El no volteaa para hablarle, ella mira al piso.
-¡Que ya no soporto más esta situación, me tenés re podrido!
-¿Y qué querés que haga si cuando te hablo no me das ni pelota-mira por la ventanilla y se queda un rato largo así. Luego reanuda la discusión-cada vez que quiero decirte algo siento que te molesto, que lo que digo no importa.
-No aguanto tus reproches, todo el tiempo es lo mismo, reproches...reproches.
-Y bueno, no sé cómo hablarte, qué decirte, para que no te caiga mal.
-¡Entonces por qué no te quedás callada!!!

Diez cuadras después ella pide al chofer bajarse en la próxima parada. Pude ver su rostro: triste, avejentado. Tendría unos 50 años no muy bien llevados, la postura desgarbada no le iba bien con el jean ajustado blanco, el cabello largo y platinado y el bronceado excesivo.
Baja del colectivo y en ese momento el semáforo cambia a rojo. El la vé por la ventanilla, duda, se para, baja, la sigue, la persigue y la abraza.