Cuando me refiero a amor, pienso en todos sus tipos. Erich Fromm describe cuatro: el fraternal, maternal, erótico y el religioso. De a poco, este blog se va llenando de historias que intentan abarcar a todos.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Descubrimiento nº2

Por ahí por los años 90, creo que también iniciando la década como en el descubrimiento anterior, me hice melómana. Pasaba horas de horas escuchando música, sola en el auto de mis padres o la radio por la noche, hasta que ellos venían y me obligaban a apagar el equipo de música.
Comencé a adquirir cierto oído para el inglés, a identificar primero términos sueltos y luego a unir palabras en oraciones. Finalmente aprendí el idioma de manera autodidacta, pero creo que eso será motivo de otra entrada de esta serie.
El asunto es que me empezó a gustar la balada, de Roxette, Bryan Adams, Queen…y bueno, traduje algunas canciones de los suecos.
En la canción “Spending my time” aparece el relato de una chica que explica cómo pasa su tiempo cuando está sola, lejos de su amante. Pasa mucho tiempo en su habitación, solitaria, apoyada en la pared imaginando que “él” también estará pensando en ella. La canción me sonaba a melancolía, a angustiosa soledad. Mientras más me introducía en su significado mas podía interpretar las emociones que transmitía.
Y ahí pude reconocer que las personas normalmente sufrían por amor y que lo más seguro era, que yo no fuese la excepción. Esta suposición con el transcurso de los años se transformó en experiencia vivida.