Cuando me refiero a amor, pienso en todos sus tipos. Erich Fromm describe cuatro: el fraternal, maternal, erótico y el religioso. De a poco, este blog se va llenando de historias que intentan abarcar a todos.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Fantasmas de Navidad

Aún no es navidad, pero hoy sentí un cierto paralelismo con el cuento de Charles Dickens.
Mientras caminaba por el centro de la ciudad y me dirijía a buscar dinero al cajero automático creí divisar varios de mis fantasmas del pasado. Estuve unos minutos analizando la situación y me dí cuenta que tengo al menos tres fantasmas de navidades pasadas. Meditando un rato más se me cruzaron un par de la navidad presente y en el de las navidades futuras, aparezco yo. Solo yo.
Me parece bastante llamativo que en esta fecha me hayan sucedido cuestiones importantes y desdichadas: una nefasta cena navideña en Santiago y una ruptura amorosa...por mencionar algunas.
El que más me preocupa es el que observé en el futuro, porque estaba solo o sola, más precisamente.
Pero no pude observar nada más, cómo era su expresión facial por ejemplo. Si llevaba ropa decente o andrajosa....es decir, además de que aparecía sola, no pude saber si estaría triste o feliz.
Creo que de eso se está tratando un poco esta etapa de mi vida. Porque estoy pensando seriamente que no debo tratar de revertir esta soledad a como dé lugar, sino que tengo que aprender a pasarla lo mejor posible y a lograr que mi fantasma de navidades futuras sonría.

Feliz navidad chicos!

jueves, 12 de noviembre de 2009

Una reflexión interesante

“La materia de un escritor son las imágenes mentales que fija en palabras. La dimensión de su fracaso o de su acierto estará dada por la satisfacción y el convencimiento que tenga de haberse acercado en cuanto le fue posible a esas imágenes mentales que lo movieron a narrar escribiendo, pero jamás lo que escriba será exactamente igual a esas imágenes primigenias y allí radica su frustración y su desdicha, puesto que sólo él sabe la medida de su fracaso o de su acierto, nunca el lenguaje podrá reproducir el éxtasis y el relámpago de la belleza. Así es."
Héctor Tizón

viernes, 30 de octubre de 2009

Cena para ella

Perturbada por la novedad intentó encender la computadora. Encontró más evidencias en esa habitación. Un juego de llaves, un CD desconocido. No pudo quedarse frente a la pantalla. Salió de ese lugar.
Olió otra vez el sweater que estaba en el sofá. No sintió nada, ni siquiera perfume de mujer. Por un momento tuvo la intención de husmear el morral desteñido y sucio que juraba haber visto en algún lado antes. No encontró a la gata, dormía en alguna habitación por ahí. Las plantas estaban bellas, tenían la tierra húmeda. Habían sido regadas recientemente.
Desarmó la valija y miró las sandalias rojas nuevas hechas por su padre, no las usó durante el viaje. Cuero, sudor, luz, calor, temblor, carne.
Fue a la cocina y abrió la heladera. Dentro había mucha comida aún envasada en las bolsas del supermercado. Jamón de muy buena calidad, panes de molde, quesos, rúcula, choclo, carnes. Los amantes habían guardado todo rápidamente. El fuego interno de la clandestinidad los sofocó en la cocina, no pudieron esperar, se aturdieron. Alcanzaron a dejar el vino tinto sobre la mesa.

Al día siguiente él cocinó el almuerzo. Ella no podía deglutir más que un té dulce pero cuando observó el menú sonrió solo con los labios. Los ojos ya se le habían perdido en otro mundo.
Ensalada fría de fideos tirabuzones con rúcula, jamón acaramelado, queso en fetas, choclo hervido y mayonesa. Probó algunos fideos, por cortesía.
Una hora después viajaba en el asiento de atrás de un taxi que la llevaba a la terminal de ómnibus. A su lado, las valijas con las sandalias rojas latiendo dentro. Asomó la cabeza por la ventanilla y así se quedó por un rato con todo el sol en la cara y años de amor en las entrañas.

martes, 29 de septiembre de 2009

Caminar la ciudad dormida

En una tarde de domingo somnolienta descansan las vidrieras, las máquinas registradoras, las veredas. Los ceniceros de los cafés.
Los semáforos no asustan ni apuran. Las copas de los árboles depositan solitarias su sombra en la calle pero cobijan algún pajarito que revolotea en un charco de agua. El sol toca suavecito cada recoveco y arropa al linyera que duerme plácidamente en una esquina.

martes, 15 de septiembre de 2009

el odio genera más odio

Si , si. Nada nuevo bajo el sol, pensarán.
Quería dejar la página de esta chica blogger que se define a sí misma como CONFLICTIVA. Leerla, me genera un muy feo sentimiento, que hasta me cuesta definir.
Llegué a este blog buscando una definición para "odio".
http://conflictiva.blogspot.com/

martes, 25 de agosto de 2009

Las palabras se las lleva el viento ¿entonces como no va a llevarse un poema que está hecho de palabras?

Pleito de amar y querer

Me muero por preguntarte
si es igual o es diferente
querer y amar, y si es cierto
que yo te amo y tú me quieres.

-Amar y querer se igualan
cuando se ponen parejos
el que quiere y el que ama.

-Pero es que no da lo mismo.
Dicen que el querer se acaba
y el amar es infinito;
amar es hasta la muerte,
y querer, hasta el olvido.

-Dile al que te cuente historias
que el mundo es para querer,
y amar es la misma cosa.

-Querer no es amar. Amando
hay tiempo de amarlo todo:
a Dios, al esposo, al mundo;
tocar el borde y el fondo
y amar al hijo del pueblo
como al hijo del esposo.

-¿Querer es ser para uno
y amar es ser para todos?

-No; amar es amar, y amar
es como amar de dos modos:
a unos como hijos de Dios,
y como a Dios, a uno solo.

-¿Amar y querer? Parece que amar
es lo que abotona
y querer lo que florece.

Dicen que amar no hace daño
donde querer deja huella.
Si querer es con la uña
donde amar es con la yema...

-Querer es lo del deseo
y amar es lo del servicio;
querer puebla los rincones,
amar puebla los caminos;
queriendo se tiene un gozo
y amando se tiene un hijo.

-Amar es con luz prendida;
querer, con la luz apagada;
en amar hay más desfile,
y en querer hay más batalla.

-Luego querer no es amar;
querer es guerra con guerra
y amar es guerra con paz.

-Querer no es lo que tú sientes,
querer no es lo que tú piensas;
tu querer de agua tranquila
ni bulle ni arrastra piedras.

Querer no es esa apacible
ternura que no hace huella.
Querer es querer mil veces
en cada vez que se quiera.

Querer es tener
la vida repartida por igual
entre el amor que sentimos
y la plenitud de amar.

Es no dormir por las noches,
es no ver de día el sol,
es amar sin dejar sitio
ni para el amor de Dios;

Es tener el corazón
entre las manos guardado,
y si ella pasa, sentir
que se nos abren las manos;

Es tener un niño preso
y envejecido en la cuna;
querer es brasa que vive
de la propia quemadura;

Es no reír, porque hay algo
de lágrima en la sonrisa;
es no comer,
porque sabe a corazón la comida.

Es haber amanecido
sin habernos explicado
cómo sin haber dormido
pudimos haber soñado.

-Todo esto es querer y amar,
y amar es más todavía,
porque amar es la alegría

De crearse y crear.

Es algo como una idea
que inventa lo que se quiere,
porque el quererlo lo crea.

No hay un hombre que supere
a la versión que de ese hombre
da la mujer que lo quiere;
ni existe mujer tan bella,
ni existe mujer tan pura
como la que se figura
el hombre que piensa en ella.

Por eso, al estarte amando,
si con un amor te quiero,
con otro te estoy creando,
y tú, en el amor que sientas,
si con un querer me quieres,
con otro querer me inventas.

Pero allí no se detiene
la creación del amor
e inventa un mundo mejor
para el que ni mundo tiene.

Y el amor se vuelve afán
de gritarle al pordiosero:
-"Quiero, y porque quiero,
quiero que nadie te quite el pan"
Que nadie te quite el vino,
que no te duela en los pies
la limosna del camino;

Que te alces, alzado y frío
el puño de tu derecho,
prestado en rabia a tu pecho
el amor que hay en el mío.

Del obrero y sus quereres
todo el rescoldo se vea
cuando haga la chimenea
suspirar a los talleres,

Y en la voz del campesino
vaya un poco de mi amor,
como de savia en la flor,
como de agua en el molino.

Y así el amor es caricia
que se nos va de las manos
para servicio humanos
en comisión de justicia.

Amar es querer mejor,y
si le pones medida,
te resulta que el amor
es más ancho que la vida.

Amar es amar de suerte
que al ponerle medidor
te encuentras con que el amor
es más largo que la muerte.

Y en el querer lo estupendo,
y en el amar lo profundo,
es que algo le toque al mundo
de lo que estamos queriendo.

Andrés Eloy Blanco

lunes, 24 de agosto de 2009

Rosáceos en flor

Cómo me gusta ver los rosáceos frutales florecer en esta época del año. Es un verdadero agrado para mí observar los Prunus en flor de las veredas y los primeros ciruelos en las chacras. La imagen majestuosa del blanco y el rosa en contraste con el gris del cemento citadino o el marrón de los árboles aún sin hojas me genera una sensación de paz y contemplación. Un rayo de luz directa aporta magia.
Este es el estado en que me gusta encontrarme, latente, quieta o en movimiento. Alerta: los sonidos, aromas, texturas, colores y formas están ahí, afuera.
Aguardo quieta por el momento. Espero mi sakura tranquila.

viernes, 31 de julio de 2009

Poesía llana y terrenal

Hola!
este es un poema que me gustó mucho y quiero compartir con uds.

Desde los afectos

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Que uno tiene que buscarlo y dárselo…
Que nadie establece normas, salvo la vida…
Que la vida sin ciertas normas pierde formas…
Que la forma no se pierde con abrirnos…
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente…
Que no está prohibido amar…
Que también se puede odiar…
Que la agresión porque sí, hiere mucho…
Que las heridas se cierran…
Que las puertas no deben cerrarse…
Que la mayor puerta es el afecto…
Que los afectos, nos definen…
Que definirse no es remar contra la corriente…
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja…
Que negar palabras, es abrir distancias…
Que encontrarse es muy hermoso…
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida…
Que la vida parte del sexo…
Que el por qué de los niños, tiene su por qué…
Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad…
Que saber todo de todos, es curiosidad malsana…
Que nunca está de más agradecer…
Que autodeterminación no es hacer las cosas solo…
Que nadie quiere estar solo…
Que para no estar solo hay que dar…
Que para dar, debemos recibir antes…
Que para que nos den también hay que saber pedir…
Que saber pedir no es regalarse…
Que regalarse en definitiva no es quererse…
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos…
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo…
Que ayudar es poder alentar y apoyar…
Que adular no es apoyar…
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara…
Que las cosas cara a cara son honestas…
Que nadie es honesto porque no robe…
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo…
Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte…
Que se puede estar muerto en vida..
Que se siente con el cuerpo y la mente…
Que con los oídos se escucha…
Que cuesta ser sensible y no herirse…
Que herirse no es desangrarse…
Que para no ser heridos levantamos muros…
Que sería mejor construir puentes…
Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve…
Que volver no implica retroceder…
Que retroceder también puede ser avanzar…
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol…
¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?

Mario Benedetti

lunes, 27 de julio de 2009

Un viejo post

08 septiembre 2007
Crisis

Hola a todos:
esta entrada tiene título desde antes de sentarme a escribir. Porque tengo bien claro qué es lo que estoy viviendo en este momento. Se ha producido una coyuntura importante, precipitada por la situación económica y por decisiones personales tomadas. Por momentos es agobiante y a veces moviliza mis acciones. No es la crisis de los 30, no tiene que ver con un cambio de dígitos.
Llevo elaborando ideas bastante tiempo y en esta Marea Roja anduve silbando bajito desde la última entrada hasta hoy.
Es muy chistoso, a veces no quiero reconocer lo que me pasa... evado el problema y sigo..hasta que la Venusina(1) (que sería yo) decide tomarse su derecho a dejarse llevar por la marea y descender hasta el fondo abisal. Todavía no sé si he tocado el fondo pero en cualquier momento llego, será bueno, después vendrá el ascenso.
Las Mareas Rojas se producen en el mar por un crecimiento abrupto de algas microscópicas (dinoflagelados), de coloración roja. Se generan cuando las condiciones climáticas y ecológicas propician la reproducción de estas algas. Los dinoflagelados contienen toxinas paralizantes que contaminan mariscos que se alimentan de ellas, estos a su vez pueden llegar a producir la muerte en mamíferos que los ingieren.
Siento estar dentro de uno de estos eventos, rodeada de felices dinoflagelados reproduciéndose a mansalva, coloreando el mar y fluoresciendo por las noches. Son bellos, giran y se mueven, andan en trencitos, unos detrás de otros. Pero a la vez dentro suyo y sin querer, reproducen toxinas.
Los problemas se reproducen a diario y en todo aspecto, también lo hacen los sentimientos positivos, los lazos afectivos y el amor a la vida. Creo que en mi marea propia preferiría que no existiesen las microalgas tóxicas, pero la realidad es que están ahí y se notan. El vaivén del oceáno tampoco me gusta mucho, ya saben que sufro de mareos. Quiero comenzar rápido el ascenso por la columna de agua.

Las Mareas Rojas tienen un comportamiento cíclico, luego de un "bloom" comienza una lisis masiva de microalgas y se produce el decaimiento de la población.

Besos a todos


(1)John Gray. "Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus".

Proliferación Masiva Mental

...y me inventé un nuevo término para describir esta etapa por la que paso cada tanto. En aquel blog que les había comentado vacié hace un tiempo, describía algo similar, pero haciendo alegoría a las mareas.
Esta es una sensación tranquila que surge de un análisis poco conciente que a veces me lleva meses y otras solo horas. Lo disfruto porque deja que exorcise muchas ideas y complicaciones de la vida diaria. Disfrutaré este estado mental.
En la próxima entrada, les dejaré el post con este estado que pude notar hace un tiempo.

viernes, 24 de julio de 2009

Porrazos inevitables

Cada vez que caigo pienso cuantas veces más me podré levantar. Cuántas veces más voy a dejar que me hieran, cuantas más voy a perdonar. Y cada vez que me levanto lo hago con la esperanza que esto no volverá a suceder. Que esta vez es la vez, que esta amistad es mejor que las anteriores, que este amor es verdadero…y duradero. Pero no sucede. Ni la última caída es la caída, ni la última vez que me levanté pude mantenerme erguida por siempre.
Seguramente mi vida no es más difícil que la del resto de las personas, pero estoy segura que mucho más fácil que la de algunos. Pero me cuesta. Me cuesta no compararme y sacar energías de donde no tengo para empezar cada mañana. Me duele sonreír y hablar pausado. Me duele oír a mis agresores y leer a mis enemigos.
Alguna vez una persona me dijo que la clave era no mostrarse uno tal como es. Dejar cartas guardadas bajo la manga, ¿y cómo se hace esto? Si a mi el amor se me sale por los ojos y las sensaciones se me meten hasta por debajo de las uñas. No puedo. Cambiar no es fácil y casi imposible cambiar al resto.
Me quedaré pensando cómo salir de esta y si realmente vale la pena salir. Por lo pronto me siento más aliviada después de haber escrito lo que pienso.

martes, 21 de julio de 2009

Cómo truncar una historia de amor

A raíz de una charla que tuve con una prima sobre nuestra historia familiar me quedé pensando en cómo es enormemente fácil truncar una historia de amor y lo que es aún peor perjudicar a generaciones posteriores enteras. En el linaje familiar existe una potencialmente dramática y real. De mi propia cosecha tengo al menos unas 2 para contar. De la cinematografía puedo mencionar las películas “El lector” y “La elegida”.
Pero esta historia como les contaba fue la de mis abuelos. Rosa y Sergio eran dos jóvenes habitantes de Peñaflor, trabajaban en la misma fábrica de calzados del pueblo: Bata. Entre máquinas aparadoras, cortadoras y lijadoras comenzaron un romance cálido, sincero y oculto. Sergio tenía relación con otra muchacha a la que no amaba pero que había reconocido públicamente por provenir ella de una buena familia. Esta relación paralela no impidió que como fruto del amor (el único y verdadero que jamás haya reconocido Rosa) naciese Manuel, mi padre.
Rosa y Sergio siguieron viéndose acompañando el crecimiento de su retoño, durante casi dos años. Luego de este tiempo Marta (mi bisabuela) quién se oponía radicalmente a la relación despojó a Rosa del bebé y la expulsó de la vida de Sergio. El último mandato de la déspota bisabuela fue pedir que por nada del mundo intentase acercarse al niño. Este creció creyendo la versión de su padre y su abuela: que su madre lo había abandonado y no lo amaba. Sin embargo, nunca entendió del todo cómo sucedieron las cosas.
Rosa decidió angustiada y despechada, dejar Peñaflor e ir a instalarse a Talcahuano, al sur de Chile. Ahí tuvo dos parejas. De ambas nacieron varios hijos, entre ellos mi tía Rosario, madre de Rosario hija, la prima con la que tuve la conversación que les comenté al principio. Los familiares con los que mantengo relación estrecha comparten solo la estirpe materna de mi padre.
La abuela confesó a mi prima entre tazas de té y marraquetas con mantequilla que su vida en Talcahuano estuvo muy lejos de ser feliz. Crió prácticamente soltera a sus hijos y aguantó las golpizas y las infidelidades del “hombre”, como llamaba ella a su tercer pareja y único marido, el Sr. Marchant. Del primer hombre con quien vivió en Talcahuano nació Humberto, un apuesto moreno que falleció haciendo el servicio militar en un accidente automovilístico y con quien mi padre mantuvo relación por correspondencia durante algún tiempo.
Para mi papá, la vida tampoco fue fácil. Creció criado bajo los consentimientos y la aprensión excesiva de su mamá Marta. En este transcurso de su vida, sin embargo, aprendió una instintiva forma de amar, sin expresiones de afecto ni relaciones emocionales. Comenzó a trabajar como zapatero remendón a los 11 años y a los 17 ya tenía su propio negocio y trabajadores a su cargo. Tuvo muchas mujeres y él afirma que nunca las buscó pues la seducción no era un arte que dominara con destreza. Las mujeres le llovían del cielo, eran épocas de rock´n roll, chaquetas de cuero y motocicletas. Casi al final de su vida de revoloteos sentimentales, conoció a mi madre, María, una simpática morena de curvas incipientes, ojos brillantemente oscuros y sonrisa generosa.
Durante 25 años lloró el abandono de su madre biológica. Recuerdo escuchar atormentada en mi habitación a mi padre llorar angustiado sumido en borracheras nocturnas interminables.
A los 40 años mi madre pudo convencerlo de retomar contacto con su familia materna y viajar a Talcahuano a buscar a la abuela. No sé de dónde obtuvieron información sobre el domicilio de ella, pues esta era casi inexistente.
Recuerdo ese viaje como si fuera hoy. Cada momento está registrado en mi memoria con sus aromas, el clima, las personas, todas alegres por conocer a Nolito, como le decían.
Encontramos a Rosa sumida en una pobreza extrema, vivía en una oscura pieza hecha de cartones y forrada de plásticos. Estaba en cama pues había sufrido una horrible quemadura en sus piernas. Era una sonriente viejita, de pelo corto y ondulado, coqueta, delgada pero de bonita silueta que temblaba de felicidad cuando observaba a su hijo mientras lo acariciaba en la nuca. Recuerdo a mi padre recibir esas caricias sentado impávido, sin reaccionar, con su cabeza gacha y también que tomamos mucho té. Mi hermano y yo jugamos libremente horas eternas en un arenal, acompañados de Bonyita (Rosario) una niña muy bonita y amigable, de tonos mucho más claros que los míos y ojitos sonrientes. En esos momentos imagino que los “grandes” se pondrían al día de sus historias de los últimos casi 30 años.
El abuelo Sergio falleció transitando su cuarta década de vida afectado por un cáncer de estómago fulminante cerca del final de la década del 70. La bisabuela Marta falleció enferma de una diabetes mal llevada unos meses antes de mi nacimiento. Dudo que haya sido conciente del mal que provocó en las almas de Rosa y mi padre.
Él aún llora por las noches, no sabemos por qué. Pienso que pese a los esfuerzos personales de todos nosotros y de él mismo por recuperar sus vínculos familiares el daño no fue saneado nunca.
La abuela Rosa falleció hace 3 años víctima de cáncer de pulmón. En sus últimas confesiones pudo transmitirle a Rosario que recordaba con mucho amor a Sergio, con los ojos brillantes y sonrientes. Espero que hayan podido encontrarse en el Cielo y que disfruten de sus compañías.
Por aquí en la Tierra todavía ronda el alma perdida en vida de Elsa, la muchacha de buena posición con quien Sergio se casó. Su vida, sin embargo, tampoco ha sido feliz.

Rellenando intersticios

No sé por qué decidí vaciar muchos recovecos de mi historia. Muchísimos para mi gusto. Antiguos amores (platónicos y reales), antiguos amigos, ex compañeros de universidad, ex parejas. Creo que fue en parte una forma de superar los malos ratos: desengaños amorosos, desencuentros ideológicos, rupturas abruptas.
Con el paso del tiempo, y esta idea ya la había volcado en un blog que he vaciado hace poco, me he dado cuenta que no tiene fundamento seguir negando, que aquellas personas significaron mucho en mi vida, de manera positiva y negativa. A veces alternando entre una y otras y también en ambas formas a la vez.
Hoy me encuentro rellenado esos espacios. El contenido que ubico es en algunos casos el mismo que saqué en el pasado, y en otros, una versión mejorada. Creo (tal vez estoy pensando muy positivamente) que nadie está peor.
Comparto con ustedes dos historias que me llenaron el corazón de alegría. Se trata de dos amigas que dejé de ver. Una por haber vuelto a su Guatemala natal y otra por mi regreso a Argentina. Mirando sus Facebook me enteré que ambas se han casado con sus novios de juventud, aquellos de los que escuché afanada hermosas historias de amor y posteriormente de desamor.
Dudo que esto signifique algo o marque una tendencia pero no deja de sorprenderme. Creo que puedo reafirmar mi idea sobre que no todo está escrito ya que la vida puede girar en sentidos insospechados.
Pienso que si no hubiese hurgado un poco en mi pasado, estos descubrimientos (y muchos otros más) no podría haberlos hecho.

lunes, 20 de abril de 2009

Premoniciones

Ayer por la tarde visité a mis padres. Compartí unos mates con mi mamá y una parte de la película Sex and the City (que he visto creo que 5 veces pero no me aburre). Mientras le realizábamos una crítica de vestuario mamá comenzó a contarme sobre Pablo (mi hermano) que vive en la cordillera con su mujer y su hijo (Luciana y Benjamín). Había tenido un accidente. Cayó de un segundo piso mientras pintaba su casa (detuve la película). Gracias a Dios no le pasó nada, pero estaba muy dolorido.
Ella sabía con anticipación sobre este evento, una opresión en el pecho esa mañana se lo había anunciado.
No es la primera vez que sucede. Ella pudo adelantar casi por una semana mi primer separación (hace ya 6 años). Nunca expresó estas situaciones hasta que sucedieron.

Anteayer, festejé mi cumpleaños número 31 con amigos. La pasamos muy lindo pero Juliana llegó sobresaltada. Luego confesó la causa. Una sensación que no pudo explicar la invadió unas cuadras antes de llegar a mi casa. Creyó que me pasaba algo, sintió que yo estaba muy apenada y debía ayudarme. Aparentemente la “información” le llegó desfasada pues había estado sintiéndome así el día anterior.
Y recuerdo otro evento más.
Este verano tuve una crisis emocional muy fuerte, triste y dolorosa. En una especie de retiro decidí pasar año nuevo de camping con mi hermano. Perdí el contacto con todos mis amigos durante casi una semana. A mi vuelta cuando me encontré con mi gran amiga Ana esta me contó casi angustiada lo que le había pasado. Describió lo mismo que Juliana: sintió que yo estaba mal y que necesitaba ayuda. Llamó por teléfono y dejó el mensaje en el contestador ofreciendo su ayuda y preguntando por novedades. Este no llegó hasta casi una semana después de haber vuelto a Neuquén.
Por Dios que creo en estas situaciones, pero no dejan de sorprenderme. Sin duda somos seres de almas conectadas, no sólo de mentes conectadas. Aún no he sido capaz de tener yo misma estas premoniciones, pero en situaciones problemáticas emito algún tipo de señal que otras personas queridas pueden recibir.

viernes, 17 de abril de 2009

Confesiones que sanan de a poco

Tengo la cabeza revuelta y el corazón adolorido. El cuerpo, más delgado, pero el alma apetente.
De un romance, de una historia con final feliz, del encuentro con un compañero que se quede.
Sé que pedir "para siempre" es mucho. Pero que se quede unos años, o al menos unos meses y me complemente. Que me llene las mañanas y las tardes. Que me llene el vientre de ilusiones y el corazón de la sangre que por estos días debe pesar menos. Que me deje también, meterme en sus intersticios y seamos UNO sin dejar de ser dos.
Qué aburrido reponerse al desengaño. Qué tediosa la reconciliación con uno mismo y con su esencia.
Qué aburrida la terapia y qué triste esta soledad.

miércoles, 8 de abril de 2009

¿cómo inaugurar un blog?

Simple:
escribiendo sobre lo primero que se te viene a la mente. Es que pensando en lo "pomposa" que debía ser la primer entrada a este blog, me contuve de hacerlo, por unos cuantos meses. Pero ya terminó la espera. Escribiré lo que salga.
Hola!
Esta soy yo, Guacolda. Me hubiese gustado ser aquella mapuche, la mujer de Lautaro pero me conformo con ser la mujer que soy: a veces graciosa, otras aburrida, introspectiva, expresiva, pausada, acelerada.
Me encantaría contarles mi historia, que en realidad no sé si tiene mucho en particular aunque creo que es importante. Tal vez pueda lograrlo, este carácter anónimo del blog me genera mucha tranquilidad.
Creo que esto es todo lo que tengo para decirles.
Hasta la próxima entrada!