Cuando me refiero a amor, pienso en todos sus tipos. Erich Fromm describe cuatro: el fraternal, maternal, erótico y el religioso. De a poco, este blog se va llenando de historias que intentan abarcar a todos.

lunes, 20 de abril de 2009

Premoniciones

Ayer por la tarde visité a mis padres. Compartí unos mates con mi mamá y una parte de la película Sex and the City (que he visto creo que 5 veces pero no me aburre). Mientras le realizábamos una crítica de vestuario mamá comenzó a contarme sobre Pablo (mi hermano) que vive en la cordillera con su mujer y su hijo (Luciana y Benjamín). Había tenido un accidente. Cayó de un segundo piso mientras pintaba su casa (detuve la película). Gracias a Dios no le pasó nada, pero estaba muy dolorido.
Ella sabía con anticipación sobre este evento, una opresión en el pecho esa mañana se lo había anunciado.
No es la primera vez que sucede. Ella pudo adelantar casi por una semana mi primer separación (hace ya 6 años). Nunca expresó estas situaciones hasta que sucedieron.

Anteayer, festejé mi cumpleaños número 31 con amigos. La pasamos muy lindo pero Juliana llegó sobresaltada. Luego confesó la causa. Una sensación que no pudo explicar la invadió unas cuadras antes de llegar a mi casa. Creyó que me pasaba algo, sintió que yo estaba muy apenada y debía ayudarme. Aparentemente la “información” le llegó desfasada pues había estado sintiéndome así el día anterior.
Y recuerdo otro evento más.
Este verano tuve una crisis emocional muy fuerte, triste y dolorosa. En una especie de retiro decidí pasar año nuevo de camping con mi hermano. Perdí el contacto con todos mis amigos durante casi una semana. A mi vuelta cuando me encontré con mi gran amiga Ana esta me contó casi angustiada lo que le había pasado. Describió lo mismo que Juliana: sintió que yo estaba mal y que necesitaba ayuda. Llamó por teléfono y dejó el mensaje en el contestador ofreciendo su ayuda y preguntando por novedades. Este no llegó hasta casi una semana después de haber vuelto a Neuquén.
Por Dios que creo en estas situaciones, pero no dejan de sorprenderme. Sin duda somos seres de almas conectadas, no sólo de mentes conectadas. Aún no he sido capaz de tener yo misma estas premoniciones, pero en situaciones problemáticas emito algún tipo de señal que otras personas queridas pueden recibir.

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