Cuando me refiero a amor, pienso en todos sus tipos. Erich Fromm describe cuatro: el fraternal, maternal, erótico y el religioso. De a poco, este blog se va llenando de historias que intentan abarcar a todos.

martes, 17 de enero de 2012

Descubrimiento nº 1

En particular este es uno de los descubrimientos que no me agrada mucho ni transmitir ni recordar, pero como de escribir los hallazgos se trata, lo tengo que hacer.
Era verano, no recuerdo de qué año, inicios de los 90 seguramente, yo tendría 12 años tal vez. Estábamos en un yate con mi papá, hermanito y algunos familiares. No me gustaba navegar en el mar (si con mi papá en el río), porque me daban muchas náuseas y malestares. Sin embargo como era un mandato, había que hacerlo. Era una tarde tranquila, con poco oleaje y sin viento. Muy soleada, no sé a qué puerto enfrente íbamos.
Fui al baño del yate, bajé a una especie de pequeño subsuelo (en náutica debe tener un nombre más apropiado, estoy segura) y bueno, hice lo que tenía que hacer. Me sentí extraña, quitando los síntomas del mareo por supuesto.
Cuando terminé de vestirme me dí cuenta que uno de los mayores me estaba mirando por la mini ventanita circular que daba a la parte externa del yate. Tenía una sonrisa en la cara, y un gesto como de desquiciado.
Sentí bronca, miedo, repugnancia, todo eso a la vez y odio. Porque uno de esos hombres es un familiar muy cercano y una persona que mi papá adora.
Nunca les pude contar a mis padres, nunca le puse un nombre al asunto. Pero hoy creo que fue una vejación.
Así descubrí que para ese hombre algo tenía yo que gustaba.

lunes, 16 de enero de 2012

La enfermedad de la presidenta (un ejemplo del manejo de la opinión pública?)

Cuando recién me enteré por un flash noticioso que iban a operar de urgencia a la presidenta mi ingenua inercia me llevó a pensar que sin duda estaría pasando ella por un mal momento. Y sentí empatía y no tengo que ocultarlo, miedo. Miedo por el futuro de un país que probablemente podría entrar en un caos por su condición de acefalía. Convengamos que el justicialismo ha dejado bien en claro que es el único partido capaz de gobernar el país (lo evidencia el último resultado de las elecciones). Por supuesto no comparto esta visión antinomista, pero es lo que el común de los argentinos piensa, o al menos más del 50 %.
Volviendo al tema central que motiva este post, seguí reflexionando sobre él. Y la empatía se transformó en antipatía.

Es imposible que una mujer educada y contenida por un grupo personal cercano se entere de un día para otro que tiene un tumor (“sintió un pequeño bulto en la zona del cuello”) y deba ser operada de urgencia. Todo esto me suena poco creíble. Lo que ocurrió creo, es que para evitar un malestar en la opinión pública (llamémoslo incertidumbre) no se informó en el momento exacto a la población del hallazgo, se esperó hasta el momento en que debía erradicarse el mal, para pasar rápidamente a la etapa de recuperación y “bienestar”, del paciente y de todo el país.

Si extrapolo este ejemplo de gran peso a otros eventos me queda una gran duda, pienso que nada de lo que nos muestra esta gestión es real, que hay mucho manipuleo de la información con intención de mostrar solo lo que se quiere.