Cuando me refiero a amor, pienso en todos sus tipos. Erich Fromm describe cuatro: el fraternal, maternal, erótico y el religioso. De a poco, este blog se va llenando de historias que intentan abarcar a todos.

viernes, 24 de julio de 2009

Porrazos inevitables

Cada vez que caigo pienso cuantas veces más me podré levantar. Cuántas veces más voy a dejar que me hieran, cuantas más voy a perdonar. Y cada vez que me levanto lo hago con la esperanza que esto no volverá a suceder. Que esta vez es la vez, que esta amistad es mejor que las anteriores, que este amor es verdadero…y duradero. Pero no sucede. Ni la última caída es la caída, ni la última vez que me levanté pude mantenerme erguida por siempre.
Seguramente mi vida no es más difícil que la del resto de las personas, pero estoy segura que mucho más fácil que la de algunos. Pero me cuesta. Me cuesta no compararme y sacar energías de donde no tengo para empezar cada mañana. Me duele sonreír y hablar pausado. Me duele oír a mis agresores y leer a mis enemigos.
Alguna vez una persona me dijo que la clave era no mostrarse uno tal como es. Dejar cartas guardadas bajo la manga, ¿y cómo se hace esto? Si a mi el amor se me sale por los ojos y las sensaciones se me meten hasta por debajo de las uñas. No puedo. Cambiar no es fácil y casi imposible cambiar al resto.
Me quedaré pensando cómo salir de esta y si realmente vale la pena salir. Por lo pronto me siento más aliviada después de haber escrito lo que pienso.

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