19 noviembre 2007
Me gustaría saber qué me produce la necesidad de volver mentalmente a ciertos lugares. Relaciono demasiados momentos traumáticos con ellos y sin embargo a veces siento una necesidad física de retornar.
El fin de semana, pude hacerlo. Pude desdoblarme a Ñuñoa y al Parque Forestal, una tarde apacible y solitaria. J.P. Alessandri con moras reventadas contra el suelo y los zapatos pegajosos. El Pedagógico y sus jardines extensos tras las rejas, sin caos ni bombas lacrimógenas. Yo, En PAZ y en SOLEDAD.
Mi casa a una cuadra del Estadio Nacional. Y una huída loca mientras tocaba Shakira.
De veras añoro una caminata por Providencia, y un paseo en micro hasta un shopping en Las Condes. Gentío en Estación Central, mugre, bulla, chilenidad.
Tengo una emisaria. A su retorno, conversaremos de la familia, del abuelo, de mis primos, del cáncer, de la muerte, de porotos granados!
Y llego al punto donde comienzo a entender mientras escribo. Si toda mi genética proviene de ese lugar, muchas de mis conexiones mentales fueron predeterminadas por afinidades paternas y maternas a Santiago. Años escuchando sobre una cultura y mamando de ella en forma cotidiana y también años de la realidad en carne propia. El Chile de mis padres, aquél de los 70 no es el mismo que el de ahora. Ni el que viví hace unos años.
Primos disfruten por mi estos lugares! los añoro cada tanto de una forma muy intensa!
Bonyi! hay mucho por disfrutar ahí afuera....SALE AL SOL tranquila....puedes descubrir lindos lugares junto a la Cane y Marcos. Imagina que estoy contigo y copuchamos juntas.
Sigo añorando, con los ojos llorosos.
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