08 abril 2008
Estoy en esta silla preparando una reacción y pienso que este malestar deberá pasar pronto. En el otro laboratorio escucho algunas notas del piano de Jamie y deseo que esta saliva amarga se termine de una vez o que la cabeza deje de sentirla con machucones.
Extrañaré a Manuel, las visitas a Santiago no serán lo mismo sin él jugando a ser maître doméstico. ¡Qué guapo eras tío! Recordaré la última charla que tuvimos toda mi vida.
Otra nota alegre del piano de Jamie y siento el olorcito de Benjamín en su piel de papel, frágil como una mariposa que al tocarla pierde polvito de estrellas doradas.
Mi trabajo ha terminado, la reacción seguirá por su cuenta. Puedo volver al otro laboratorio a escuchar más música.
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