14 octubre 2007
Hoy me encontré realizando el mismo recorrido que hace dos semanas, caminado, con el sol ardiendo sobre mi negra cabecita y sin las gafas puestas, intentando lograr un bronceado facial parejo. Otro ánimo, sin euforia. Sin apuro para llegar a casa, desde lo de mis papás.
Hace dos semanas, llevaba en la billetera un recorte de diario con un aviso clasificado solicitando un biotecnólogo molecular. Dando saltos y con el corazón latiendo a ritmo acelerado comenté el acontecimiento a mis papás y salí disparada. Un tornado de esperanzas y visiones apresuradas de bienestar económico invadió mi completitud física y mental. Tenía que mandar en forma urgente ese correo con mi curriculum.
Las magnitudes físicas vectoriales poseen una direccón, un sentido y una magnitud que las define. Toda esta información es representada mediante un vector; dos vectores son iguales solo si cumplen con las tres condiciones anteriores.
Hace unas horas volví a casa tranquila, planeando tareas domésticas de fin de semana, agotada y con deseos de una siesta. Cumplí todo esto durante la tarde y salí nuevamente a caminar por el centro.
Dentro de mi maxi-bolso descansa completo el suplemento de clasificados sin hojear, supongo que mañana le echaré una mirada.
Abrazos! creo que en un rato vuelvo.
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