Cuando me refiero a amor, pienso en todos sus tipos. Erich Fromm describe cuatro: el fraternal, maternal, erótico y el religioso. De a poco, este blog se va llenando de historias que intentan abarcar a todos.

domingo, 31 de marzo de 2013

Más sobre desAMOR

Hay amores que terminan despacito como cuando a uno el sueño lo va venciendo, de a poco. No nos damos cuenta el momento en que realmente ocurrió que nos dormimos. Otros que terminan como un terremoto y algunos que además después traen un tsunami. De todos estos finales yo puedo decir que fui protagonista.
Algunos amores "me los han terminado", otros, los he finalizado yo, aunque los menos, porque soy el tipo de mujer a la que dejan y peor aún a la que dejan por otra. Todavìa no sé por qué, pero igual no es el motivo de este post.
El tema, y es algo que estoy procesando y por primera vez en mi vida estoy pudiendo visualizar y mas aún escribir no es el fin de un amor, sino el después. Yo entiendo perfectamente que tenga caducidad porque como todo en esta vida termina, hasta la vida misma ¿por qué el amor por una persona (o entre dos) no se va a acabar? ¿qué lo hace exento? nada, por supuesto.

Siendo escueta e implorando elocuencia a mis musas quiero contarles que aprendí que hay personas que luego de perder el interés en una relación no se alejan, no desaparecen, no dejan de saludar ni de ser amables y que otras dejan simplemente una carta, explican que se irán a un camping hippie y dibujan un mapita de donde dejaron el auto estacionado.

¿Cuál opción prefiero? la primera y ¿saben por qué? bàsicamente porque los seres humanos NO SOMOS DESCARTABLES.

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