07 junio de 2007
Hola queridos/as:
aquí me tienen otra vez, es que últimamente quiero compartir lo que pienso y escribo tonteras en este espacito que encontré.
Me comentaba mi mamá anoche durante la cena, que con papá cumplían 31 años de haber llegado a Neuquén.
Hice una retrospección y pensé "cuánto tiempo", "cuánto han logrado", "estoy orgullosa". Pero también, "qué cantidad de inmigrantes chilenos que hay en el Valle".
Claro, la colonia más grande de chilenos en el exterior está aquí. Y seguí pensando.
Entre los compañeros de colegio que tenía, sólo yo era "confesa" hija de chilenos. Claro, me sentía única representante (me río) y un poco sola. Pero con el tiempo después de terminado el colegio, varios/as comentaron muy casualmente, entre tertulias, tener familiares, abuelos y algunos padres chilenos.
Algo similar seguí observando en el entorno, en mis alumnos (terciarios y secundarios) y también en el trabajo. Tienen vergüenza. Evidentemente la sociedad estableció clases de inmigrantes (somos un país producto de inmigraciones recientes) y ser chileno o descendiente pareciera dejarlo a uno en una clase bastante inferior. Es mejor que no se note la procedencia, se esconde un apellido mapuche, un sonsonete, se maquillan términos típicos, no se habla de los familiares ni tampoco del último viaje que se hizo para el otro lado (de la Cordillera). Todo lo contrario que el resto de las colectividades, no?. Bueno, mis queridos, no es raro.
Mis papás hablan con su sonsonete achilenado, no se nacionalizaron argentinos y trabajan como bestias, aún hoy. En definitiva no tienen de qué avergonzarse.
Les dejo un abrazo, y espero como siempre sus visitas.
Sin vergüenza, me crié en Roca en el barrio mas grande de la ciudad y... sin exagerar, el 80 % (fácil) somos Chilenos... En la secundaria, decir "sos un chileno" era un insulto y hasta la directora nos ofendía a mi hermano y a mi por ello. Así y todo, por mi, tengo dos naciones.-
ResponderEliminarGracias por comentar Tote, incluso tu apodo tiene esa connotación trasandina. Un poco cuica de diré :P. Beso
ResponderEliminarQue bien escrito que esta este artículo. (llego tarde, pero desde el blog de Totecito). Quisiera compartir algo con vos. Hace poco estuve en Canadá, en la ciudad de Montreál. Me encantó la ciudad, lástima la nieve... Pero lo mejor es su gente. Porque en Montreál, vive gente de todo el mundo.
ResponderEliminarEs realmente impresionante, como todos mantienen su cultura (el idioma, la vestimenta, las comidas, las ceremonias, las religiones, etc) y pueden convivir armónicamente con otras culturas, en una ciudad minúscula, pero con espacio para todo. Es fantástico como la gente quiere aprender el idioma de otro, se esfuerza por comprender todos los dialectos, come con todos los sabores (los picantes mexicanos de principal,los dulces árabes de postre). Me maravilló ese colorido cultural... Y me pregunté por qué no pasa en Argentina...
Y no tengo respuesta.
Pero como me gustaría que todos los inmigrantes, pero especialmente los latinoamericanos, pudiesen mostrar y compartir toda su cultura en nuestro país. Sin verguenzas, sin miedos, sin que sean menos. Creo que es la única forma de ser mas: sumando.
Salud por eso Victoria! gracias por leer y comentar. Muy buena experiencia.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola! un link que aporta más a la temática!
ResponderEliminarhttp://tn.com.ar/argentina-para-armar/00056820/la-discriminacion-en-el-pais-diferentes-opiniones-en-argentina-para-ar