Escribo esto a raíz del reciente video que ha aparecido, tomado en Córdoba. En él se ve a una mujer perturbada, delgada, que discute con la persona que toma el video. No se distingue bien el rostro de María Cash cuando es enfocado de frente, pero cuando se puede ver de perfil, el parecido es notable. Cómo está parada la chica, la postura de su espalda y su cuerpo, coinciden con algunas filmaciones que he visto de ella.
Siempre sospeché, no sé por qué, que motivada por alguna cuestión personal esta chica había decidido “desaparecerse”.
Creo que es ella, estoy casi segura. La incógnita que sembró su caso me ha interesado desde el principio, sobre todo después de ver las tomas de las cámaras de vigilancia pública del norte del país, donde se la ve aparentemente a ella deambulando como perdida.
La razón por la que me interesa el caso es porque en muchas ocasiones quise perderme adrede como ella (si este es el motivo de su desaparición). Perderme, desaparecer de este mundo, pero en vida. Sin preocupaciones, sin cuestionamientos del entorno, irme donde nadie pudiera verme ni molestarme, ni yo molestar a nadie. Como queriendo permanecer en un limbo.
No sé qué estaría viviendo María por esos momentos. Viajaba al norte del país a promocionar sus diseños, a buscarse la vida, en definitiva.
He visto mujeres como ella, en el barrio donde crecí era famoso el caso de una mujer que deambulaba y se prostituía para sobrevivir. Le decían “la loquita”. Ella vivía en un mundo paralelo, no cuidaba su cuerpo, le sonrreía a sombras con la dentadura incompleta y hablaba a personas que nosotros los niños no podíamos ver. Con el correr de los años esa mujer tuvo una hija. Una niña preciosa de ojos claros, rulitos, que creció, fue a la escuela y hoy ya es adulta.
En las imágenes que los familiares cedieron a los medios aparece una María bonita, coqueta, reflexiva. En una de las tomas parece como pensando, meditativa, cómo escaparse tal vez.
PS: escribí esta entrada (o intenté) hacerlo de la manera más respetuosa posible, con una mirada optimista del tema, teniendo en cuenta lo delicado del mismo.
Siempre sospeché, no sé por qué, que motivada por alguna cuestión personal esta chica había decidido “desaparecerse”.
Creo que es ella, estoy casi segura. La incógnita que sembró su caso me ha interesado desde el principio, sobre todo después de ver las tomas de las cámaras de vigilancia pública del norte del país, donde se la ve aparentemente a ella deambulando como perdida.
La razón por la que me interesa el caso es porque en muchas ocasiones quise perderme adrede como ella (si este es el motivo de su desaparición). Perderme, desaparecer de este mundo, pero en vida. Sin preocupaciones, sin cuestionamientos del entorno, irme donde nadie pudiera verme ni molestarme, ni yo molestar a nadie. Como queriendo permanecer en un limbo.
No sé qué estaría viviendo María por esos momentos. Viajaba al norte del país a promocionar sus diseños, a buscarse la vida, en definitiva.
He visto mujeres como ella, en el barrio donde crecí era famoso el caso de una mujer que deambulaba y se prostituía para sobrevivir. Le decían “la loquita”. Ella vivía en un mundo paralelo, no cuidaba su cuerpo, le sonrreía a sombras con la dentadura incompleta y hablaba a personas que nosotros los niños no podíamos ver. Con el correr de los años esa mujer tuvo una hija. Una niña preciosa de ojos claros, rulitos, que creció, fue a la escuela y hoy ya es adulta.
En las imágenes que los familiares cedieron a los medios aparece una María bonita, coqueta, reflexiva. En una de las tomas parece como pensando, meditativa, cómo escaparse tal vez.
PS: escribí esta entrada (o intenté) hacerlo de la manera más respetuosa posible, con una mirada optimista del tema, teniendo en cuenta lo delicado del mismo.