“La materia de un escritor son las imágenes mentales que fija en palabras. La dimensión de su fracaso o de su acierto estará dada por la satisfacción y el convencimiento que tenga de haberse acercado en cuanto le fue posible a esas imágenes mentales que lo movieron a narrar escribiendo, pero jamás lo que escriba será exactamente igual a esas imágenes primigenias y allí radica su frustración y su desdicha, puesto que sólo él sabe la medida de su fracaso o de su acierto, nunca el lenguaje podrá reproducir el éxtasis y el relámpago de la belleza. Así es."
Héctor Tizón